Encuentra un momento en el que puedas estar tranquila(o) y en donde
nadie te va a interrumpir, puede ser mientras estás a punto de ir a dormir.
Cierra tus ojos y relájate, despeja tu mente y deja ir cualquier preocupación
que traigas, respira profundamente y al exhalar deja ir todo el estrés que
acumulaste durante el día. Después, cuando ya te sientas tranquila(o), pídele a
tu ángel que te diga cuál es su nombre, esto lo puedes hacer en silencio.
Relaja tu mente y pon atención al primer nombre que recibas, ¡porque ese es tu
ángel respondiéndote!
Si después de preguntarle no recibes ningún nombre, no te preocupes, es
cuestión de que te relajes aun más. Puedes irte a dormir después de
preguntarle, ya que existe una gran posibilidad de que recibas tu respuesta en
sueños, ya que mientras soñamos es un momento en el que estamos más receptivos
a recibir mensajes divinos. Cuando despiertes recordarás su nombre, en caso de
no hacerlo pon atención a los nombres que escuchas o ves durante el día, si un
nombre se repite más de tres veces, es tu ángel trabajando para dejarte saber cual
su nombre. Si sigues sin recibirlo, puedes seguir intentándolo durante la noche,
sólo ten paciencia, recuerda que debes de estar lo suficientemente relajada(o)
y en paz contigo misma(o) para que te llegue el mensaje más fácilmente, porque
no dudes que una vez que le hayas preguntado su nombre, tu ángel encontrará la
forma de hacértelo saber. Es posible que incluso recibas más de un nombre, si
esto sucede, son los nombres de otros ángeles que tienes contigo en ese momento.
Es cuestión de que estés abierta(o) y receptiva(o) a establecer
contacto con tu ángel. Una vez que sepas su nombre, no olvides hablar con tu
ángel y contarle acerca de tus preocupaciones, deseos, sueños y demás, y prepárate
para experimentar una de las más bonitas relaciones que vas a tener en tu vida.
¡Espero que esto te sea de utilidad, déjame saber cómo fue tu contacto!
Con amor,
Miriam Gómez
Ángeles Día a Día
www.angelesdiaadia.com